China
El gobierno chino ha puesto en libertad a los obispos Pedro Chen Jianzhang y Cosme Shi Enxiang, de 73 y 71 años respectivamente, que han pasado largos años en campos de concentración por negarse a colaborar con la «Iglesia patriótica», aliada del régimen. Ambos pasaron a libertad condicional en la década pasada, pero desaparecieron en 1990. Desde entonces, según se ha sabido ahora, han estado recluidos en lo que el gobierno chino llama una «residencia de ancianos», donde han permanecido incomunicados. Mons. Chen es diabético y sufre hemiplejía a consecuencia de una hemorragia cerebral. Los dos figuraban en una lista de 300 presos de conciencia que el Departamento de Estado norteamericano presentó a las autoridades chinas en octubre pasado.