En Alemania se acerca un momento histórico: el 27 de abril toma posesión la primera persona de procedencia turca nombrada para una cartera ministerial. La política de la CDU (democracia cristiana) Aygül Özkan ha sido designada ministra de Asuntos Sociales en el estado federado de Baja Sajonia. En unas declaraciones a la revista Focus, la futura ministra comentó que abogaba por retirar los crucifijos de las escuelas: según Özkan, la escuela es un lugar neutro, donde los niños han de decidir por sí mismos qué orientación religiosa desean.
Después de que se distanciaran de esas palabras tanto el ministro presidente del Land, Christian Wulff, como la canciller Angela Merkel (ambos, CDU), no le ha quedado más remedio que dar marcha atrás. Pero lo triste ―o gracioso, depende cómo se mire― es la excusa que ha buscado Aygül Özkan: como informa el diario Die Welt (26 de abril), ha pedido disculpas por “haber concedido la entrevista prematuramente y sin los suficientes conocimientos del estado federado de Baja Sajonia”. Y luego dicen que la gente está harta de la política: que una ministra de Asuntos Sociales no conozca la sociedad del Land para el que ha sido designada, resulta cuanto menos chocante. Si un obispo hubiera hecho alguna declaración equivalente, algunos medios estarían pidiendo su dimisión antes de que tomara posesión del cargo.
José M. García Pelegrín