Los insultos, ataques y manifestaciones de discriminación contra los cristianos constituyen el 80% de todos los que se registran contra los fieles de las distintas religiones en el mundo, y un país de tanto peso global como el Reino Unido no ha estado a la altura que podría esperarse en defensa a los seguidores de este credo. Así lo reconoció días atrás el ministro de Asuntos Exteriores británico, Jeremy Hunt.
Hunt hizo esas declaraciones durante la presentación del informe encargado por el Foreign Office al obispo de la diócesis anglicana de Truro, Philip Mounstephen, un texto en el que se documentan las múltiples violaciones a la libertad de religión y creencia en varios países.
“No estoy convencido de que nuestros esfuerzos en nombre de…
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