Concluye hoy el V Centenario de santa Teresa de Jesús, después de un año en que la mirada de muchos se ha vuelto hacia la vida y obras de la santa abulense. Teresa “irradia en torno a sí la llama de la vitalidad humana y de su dinámica espiritualidad; la vemos, además, como reformadora y fundadora de una histórica e insigne Orden religiosa, como escritora genial y fecunda, como maestra de vida espiritual, como contemplativa incomparable e incansable alma activa. ¡Qué grande, única y humana, qué atrayente es esta figura!”, afirmó Pablo VI hace 45 años, al nombrarla doctora de la Iglesia.
A lo largo de este año, los quinientos años del nacimiento de santa Teresa han sido festejados a través de diferentes eventos culturales y religiosos. Muchos han podido seguir las huellas de Teresa gracias a exposiciones organizadas por la Biblioteca Nacional, la fundación Las Edades del Hombre o la Junta de Castilla y León, así como a congresos promovidos por la Universidad de la Mística de Ávila o la Universidad Complutense de Madrid. La clausura del Centenario ha culminado el día de su fiesta con una Misa celebrada en la plaza de santa Teresa de Ávila, presidida por el Cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española.
Sencillez y humildad que cautivan
Después de quinientos años, la figura de santa Teresa sigue despertando el interés de personas muy diversas, con fe o sin ella. En una entrevista publicada en Aceprensa, el padre Emilio Martínez, presidente de la Fundación V Centenario, decía que “cuando alguien lee a Teresa se reconoce en muchas de las cosas que dice. Y creo que lo que cautiva a muchos lectores es la sencillez y la humildad con que Teresa habla de sí misma. No todos sabemos vencer el pudor para decir: me he asomado a mi interior y esto es lo que he descubierto. Y puedo contarlo con relativo optimismo. Me acepto como soy. Ella dice “humildad es andar en verdad”. Y habla en verdad. Por eso, atrae”.
Hace exactamente un año, el Papa Francisco escribió una carta con motivo del Centenario, en la que animaba a los españoles a “conocer la historia de esa insigne fundadora, así como a leer sus libros, que, junto con sus hijas en los numerosos carmelos esparcidos por el mundo, nos siguen diciendo quién y cómo fue la Madre Teresa y qué puede enseñarnos a los hombres y mujeres de hoy”. El Papa destacaba la alegría auténtica que irradia la vida de la santa: “Le nacía a la santa una alegría contagiosa que no podía disimular y que transmitía a su alrededor. Esta alegría es un camino que hay que andar toda la vida. No es instantánea, superficial, bullanguera”.
Por encima de cualquier ficción
La vida de santa Teresa es un caldo de cultivo idóneo para un buen relato de ficción: Siglo de Oro, Inquisición, amigos y adversarios entre la nobleza y una fuerte personalidad. Desde la conocida serie producida por Televisión Española en 1984, dirigida por Josefina Molina, pasando por versiones cinematográficas como Teresa, Teresa, de Rafael Gordon, la santa abulense sigue siendo un motivo recurrente en la ficción española. También en la literatura, donde ha dado pie a varias novelas, como la de Jesús Sánchez Adalid o la última de José Manuel de Prada.
Como señalaba el padre Emilio Martínez en la citada entrevista, mucho de “lo que se escribe hoy sobre Teresa y la Inquisición hay que leerlo en clave de ficción”. Se trata de visiones que pretenden dar cuenta de toda una vida desde una óptica a veces parcial y muchas otras deformada por ideologías actuales. También encontramos biografías noveladas de rigor, como la de José Luis Olaizola, o sugerentes estudios sobre el contexto histórico, como el de Joseph Pérez. Teresa “es una defensora de los derechos de la mujer; es una inconformista; es una gran escritora… Pero todo eso se funda en su experiencia de Dios y en su deseo de comunicarla por el bien de la Iglesia y de los hombres. En Teresa, lo espiritual y lo humano están absolutamente unidos”, afirmaba el padre Martínez.
Una obra de perenne actualidad
Siempre es tiempo de volver a los escritos de santa Teresa, pues, tal y como señala el Papa Francisco, los “consejos de la Santa son de perenne actualidad”. “Teresa es doctora de todos, porque nos enseña a buscar y a descubrirnos buscados; porque nos orienta en el descubrimiento de nuestra humanidad y de la cercanía de Dios”, decía el padre Juan Javier Sáncho Fermín, director del Centro Internacional Teresiano, en la clausura del congreso sobre la santa celebrado en Ávila el pasado septiembre. “Creo que hoy –más que nunca– sentimos a Teresa cercana y actual. Una mujer que sigue transitando los caminos de la historia con nosotros, dándonos la alegría y la gran esperanza que surge del sabernos acompañados por el Dios de la vida”.