El 13 de octubre salió a la venta la edición española del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, presentado en su edición original por Benedicto XVI el 28 de junio (ver Aceprensa 84/05). La traducción fue presentada por Mons. José Manuel Estepa, arzobispo castrense emérito, que en 1992 fue uno de los redactores del Catecismo de la Iglesia Católica.
Mons. Estepa presentó el Compendio como un instrumento «muy útil para la misión catequizadora», ya que «sintetiza la enseñanza común» de la Iglesia en un «lenguaje común». Una de las diferencias entre el Catecismo original y el Compendio que lo resume es la redacción de éste, en forma de preguntas y respuestas; y por supuesto su brevedad, ya que sólo tiene 207 páginas -frente a las 980 del Catecismo-, que van seguidas de un devocionario con oraciones comunes -en castellano y latín- y tres páginas con fórmulas de doctrina católica: el doble mandamiento del amor, la regla de oro, las bienaventuranzas, virtudes, dones y frutos del Espíritu Santo, mandamientos de la Iglesia, obras de misericordia, pecados capitales y novísimos.
Según el director del Secretariado de la Subcomisión Episcopal de Catequesis, Juan Ignacio Rodríguez, la demanda de ejemplares del Compendio superaba los 50.000 antes de su publicación. Mons. Javier Salinas, presidente de la Subcomisión Episcopal de Catequesis, se refirió a la inclusión de 14 imágenes religiosas -entre ellas dos de El Greco- como forma de «recuperar y plasmar el lenguaje de la fe a través del arte». Según los datos de la Conferencia Episcopal, desde 1992 se ha vendido en España más de un millón de ejemplares del Catecismo. El Compendio, en palabras de Mons. Salinas, debería servir ahora para que los creyentes profundicen en la fe, iniciar a nuevos creyentes, ofrecer una síntesis de la fe en el mundo «de los medios de comunicación» y servir de base para que las Iglesias puedan «elaborar sus propios catecismos locales».
Mons. Estepa recordó que el Compendio surgió por iniciativa de Juan Pablo II, que hace dos años pidió al cardenal Joseph Ratzinger la redacción de un texto que contuviera todos los elementos esenciales y fundamentales de la fe y la moral católica. Durante la XX Jornada Mundial de la Juventud en Colonia, Benedicto XVI recomendó a los jóvenes la lectura del Compendio, al que calificó de «fundamental». En palabras de Mons. Estepa, el Compendio es la «sustancia» del Catecismo, y aunque la idea de resumirlo surgió ya al elaborarlo en 1992, la Iglesia quiso «esperar a su asimilación».
Santiago Mata