El número de seminaristas en Estados Unidos ha aumentado hasta los 3.694 en 2013, un 16% más que en 1995 y un 10% más que en 2005, según las estadísticas publicadas por el Centro de Investigación Aplicada al Apostolado (CARA) de la Universidad de Georgetown.
También han subido las ordenaciones sacerdotales que se colocan al mismo nivel de 1995, año en que empezaron a caer. En 2013 se han ordenado 511 seminaristas, un aumento notable en comparación con los 442 de 2000 y 454 de 2005. Pero ese crecimiento no ha podido frenar el descenso del número total de sacerdotes: de 42.839 en 2005 a 39.600 en 2013. Los sacerdotes religiosos disminuyen más que los diocesanos.
Mons. Craig Cox, rector de un seminario de California con 92 alumnos, empezó a notar la tendencia a la alza hace unos seis años. A su juicio, en ella ha influido el mayor empuje apostólico de sacerdotes y obispos así como el empeño que ha puesto la Iglesia de EE.UU. por mejorar la selección y preparación de los seminaristas, tras las revelaciones en 2002 sobre abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes (cfr. Aceprensa, 10-03-2004).
Mark Latcovich, rector del Seminario de Santa María, en Ohio, coincide en que la tarea apostólica de los sacerdotes y los seminaristas es un factor importante. “Son nuestros mejores reclutadores”, declara al Religion News Service. “Si están contentos y dan testimonio de su fe con un corazón abierto, entonces su entusiasmo y su alegría son contagiosas”. Los jóvenes de hoy, añade, “quieren entregar su vida a algo grande. Están cansados de vivir en una cultura relativista. Saben que tiene que haber algo verdadero, bello y bueno. Han descubierto la belleza de Dios”.