Varios observadores de las protestas que se sucedieron contra el gobierno de Hong Kong en días pasados –para que este echara atrás una polémica ley de extradición a China continental–, tomaron nota, con sorpresa, del civismo mostrado por los manifestantes.
(Actualizado el 2-07-2019)
En un artículo para The Federalist, la escritora Helen Raleigh ilustró el asombro a partir de los tuits de algunos testigos. Una usuaria subrayaba la cortesía de los locales, como aquel desconocido que le cedió un casco y una sombrilla en cuanto la policía empezó a lanzar gas lacrimógeno en dirección a donde estaba ella. Otro pedía, para los hongkoneses, “el Nobel de la Paz: dos millones de manifestantes que protestan en orden, que reciclan, que dan paso a las …
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