El éxito hace años de «Solas», de Benito Zambrano, confirmó la vitalidad del nuevo cine social español y de la cinematografía andaluza, que después ha dado títulos tan estimables como «Fugitivas», de Miguel Hermoso; «El traje», de Alberto Rodríguez, o «Astronautas», de Santi Amodeo. Ahora da continuidad a esa tendencia «15 días contigo», intenso drama sobre la marginación social, con el que debuta en el largometraje el sevillano Jesús Ponce, director hasta ahora de diversos cortos y productos televisivos.
Isabel acaba de salir de la cárcel de Sevilla tras varios años de condena por tráfico de drogas. Ya cerca de los cuarenta, la mujer se ha desenganchado totalmente y ha decidido olvidar su vida pasada y comenzar de nuevo. Pero la insolidaria gente de la ciudad no le da demasiadas oportunidades, y además su camino se cruza con el de Rufo, un viejo amigo que sigue enganchado y que vive en la calle mendigando. Conmovida por el deterioro físico y psíquico de Rufo, Isabel olvida sus buenos propósitos y vive con él en la calle durante quince días, sobreviviendo gracias al dinero que gana ella limpiando cristales y a las atenciones que les ofrecen en un dispensario atendido por monjas.
El tono descarnado resultará desagradable a ciertos paladares. La innegable dureza se matiza con un sincero afán de comprensión de los personajes y con una luminosa confianza en la capacidad transformadora del amor y la caridad, visible, por ejemplo, en las sacrificadas monjas del dispensario. Este enfoque, realista y optimista a la vez, matiza los perfiles de todos los personajes, alejándolos de la caricatura o el arquetipo, y permite a los actores unas interpretaciones de gran calidad técnica, sorprendente autenticidad y una altísima capacidad emotiva. Estas virtudes suavizan ciertas tosquedades de la puesta en escena de una película, que estará presente en los premios de esta temporada.
Jerónimo José Martín
