Director: Jean-Pierre Jeunet. Guión: Joss Whedon. Intérpretes: Sigourney Weaver, Winona Ryder, Dominique Pinon, Ron Perlman, Dan Hedaya. 104 min. Jóvenes-adultos.
El francés Jean-Pierre Jeunet retoma la serie Alien, después de que la tercera entrega pareciera marcar su punto final. El director de Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos logra elevar el nivel de una de las sagas de ciencia ficción más populares de todos los tiempos.
Ripley, que se autoinmoló junto al alien que albergaba en su vientre para salvar al mundo, es reconstruida genéticamente, junto a su bebé, por científicos de la Compañía. Su intención es procurar la reproducción y domesticación de las criaturas, para usarlas en el departamento de armas biológicas; como efecto secundario, tienen a una nueva Ripley con alteraciones que la ligan a los aliens. Los científicos deciden mantenerla con vida. Los monstruos se descontrolan y, para acabar con ellos, Ripley se asocia con unos extravagantes contrabandistas espaciales.
El film se mantiene fiel al tono de los títulos previos, ofreciendo un buen espectáculo de acción y suspense, aunque a veces demasiado violento. Y a la vez explora algunas interesantes ideas argumentales. Las amenazas que se siguen de las técnicas de clonación se señalan en una escena de fuerte impacto, muy bien concebida; y entroncan con el punto de vista que ya apuntó Jeunet, en clave de humor, en La ciudad de los niños perdidos. También se abunda en la visión de una humanidad deshumanizada, que lo admite todo en nombre de la ciencia y la seguridad, presentándose como contraste el sensible personaje de una androide. Y se dibujan con acierto los encontrados sentimientos maternales de Ripley -una idea tocada en Aliens y Alien 3-, en lo que se refiere al alien y al afecto que le despierta una androide de la que desconfiaba.
Jean-Pierre Jeunet, que se confiesa deudor del inteligente guión de Joss Whedon, aporta a la película una adecuada progresión narrativa y una espléndida concepción visual, repleta de hallazgos, en los que tiene cabida incluso el humor. La persecución subacuática o el toma y daca entre un científico y los aliens son memorables. El director francés tiene también el mérito de dar una intensa presencia a todos los actores del reparto, lo que enriquece la película.
José María Aresté