El desagradable arranque de Animales nocturnos marca bien el tono de la película. Una especie de reencarnación de estatuas de Botero con caras desencajadas mueven sus mórbidas carnes al son de los créditos musicales. En resumen: una pesadilla.
En su segunda película, el diseñador Tom Ford (Un hombre soltero) adapta la novela Tres noches, de Austin Wright. Una atractiva y sofisticada mujer recibe las galeradas de la primera novela de su exmarido. Mientras se sumerge en una febril lectura, entiende que la cruel historia que recrea tiene demasiado que ver con ella misma.
Tom Ford construye este thriller psicológico en tres tiempos, mezclando además realidad y ficción. El encaje de piezas, aunque a ratos resulte artificioso, funciona. Como la p…
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