Comedia en la tradición de películas de robos más o menos sofisticados, donde tienen gran importancia los preparativos, y donde siempre algún elemento no tenido en cuenta para la ejecución del golpe complica las cosas. Parte de un atraco auténtico a una joyería, sucedido en la España de los años cincuenta. Tal suceso se relaciona con la ficción de que en el establecimiento estaban las joyas de la difunta Eva Perón, empeñadas a fin de obtener liquidez para su esposo, exiliado en Panamá. Carmen Polo de Franco, esposa del Generalísimo, tras visitar el establecimiento, se encapricha con las joyas, y entonces hombres leales a Perón organizan un robo para evitar que ella se las quede.
Eduard Cortés parece haberse aficionado a películas sobre la simulación y el engaño, como La vida de nadie y The Pelayos. Aquí entrega una entretenida película, a la que falla el cansino arranque panameño, y un inesperado desenlace que rompe con el tono amable y que se diría el típico ajuste de cuentas con el franquismo que con demasiada frecuencia acomete el cine español.
Funcionan muy bien las dos parejas masculinas, de ladrones y policías, estupendos Guillermo Francella y Nicolás Cabré, Óscar Jaenada y Jordi Martínez, con su distinta mirada generacional.