Dos vidas se cruzan en Inglaterra. B. Monkey es una joven de origen italiano, especializada en atracos a mano armada, que quisiera dejar atrás una forma de vida que solo le deja un increíble vacío. Alan es un tímido profesor de primaria, que dirige un programa musical de radio en un hospital. Ambos coinciden en un pub y hay flechazo. La duda es qué sentido tomará la frase promocional: «No es cierto que obtenemos lo que merecemos. Obtenemos lo que deseamos, si lo deseamos lo suficiente».
El cineasta británico Michael Radford dio muestras más que suficientes de sensibilidad en esa joyita de película titulada El cartero (y Pablo Neruda). Aquí insiste en moverse en el terreno romántico, a través de una historia de amor que aborda las posibilidades de cambiar a mejor que existen en toda persona. Y hay que reconocer que traza con rasgos vigorosos a los distintos personajes: sobre todo la pareja protagonista (Asia Argento y Jared Harris), y los compinches de antiguas fechorías de B. Monkey (Rupert Everett y Jonathan Rhys Meyers). O que el envoltorio de la película, música, fotografía, ambientación, está cuidado.
Sin embargo, resulta un peso insoportable la minuciosidad con que Radford dibuja los encuentros eróticos de B. Monkey y Alan; un exhibicionismo innecesario, que, además, ralentiza la historia.
José María Aresté