Ha sido presentada este año a los Festivales de París, Cannes y San Sebastián, sin duda con afán comercial, pues su temática está de moda. Dos muchachos de un barrio extremo de Londres: Jamie vive con su madre, Sandra, dominadora, divorciada, y el eventual amante de ella; Ste, con su padre y hermano, que le humillan y maltratan. Un día Sandra, apiadada, hace pasar a Ste a su casa, con su hijo Jamie: ambos descubren que son cleptómanos, y deciden llevar adelante su vicio morboso juntos. No logran ocultarlo a Sandra ni a su amante. Tras una confesión traumática y llantos, se da de pronto un giro y se acepta el hecho como irremediable: los dos amigos roban juntos a la vista de todos; la madre, heroica, hace como que roba con la adolescente Leah, una fulanilla que también les comprende. Mucho color, música pegadiza, diálogos desenfadados y situaciones divertidas en el ancho campo de la amoralidad.
Guionista y directora pretenden que este absurdo sea lo más natural, y que las familias apoyen esta experiencia para que los chicos sean felices; aunque debo rectificar un dato: no roban juntos, yacen juntos.
Pedro Antonio Urbina