Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 56/14
El productor discográfico Dan no atraviesa su mejor momento. Está separado de su mujer Miriam, y desconectado de su hija adolescente, Violet. Además, su forma de entender la industria musical no encaja con los nuevos tiempos. Su entrada en un garito nocturno y unas copas de más, no impiden que quede subyugado por la voz de la joven Greta, casi obligada por un amigo a cantar en el escenario. Sobre la marcha le propone grabar un disco, aunque ella, en medio de una crisis amorosa, se muestra escéptica.
Siete años después de la maravillosa Once, John Carney entrega una película que discurre en la misma dirección, por su capacidad de conmover gracias a unos personajes entrañable…
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