Intérpretes: Harvey Keitel, Michael J. Fox, Lou Reed, Jim Jarmusch.
Especie de continuación de Smoke, en la que el cineasta Wayne Wang y el escritor Paul Auster intentan captar el estilo de vida de Brooklyn a través de un cóctel de singulares situaciones entrecruzadas, protagonizadas por algunos personajes de su anterior film y por nuevos especímenes, representativos del caos de culturas del popular barrio neoyorquino. Aderezan la narración entrevistas con vecinos reales de Brooklyn y fragmentos de documentales antiguos y modernos.
La película resulta interesante como experimento fílmico y como documento sociológico. Pero la falta de medios y la improvisación de la puesta en escena y de las interpretaciones limita un poco la calidad del conjunto. Así, aunque algunas secuencias funcionan muy bien, otras pierden el vigor dramático y el sentido del humor con que Paul Auster las había planteado en el guión. El tono de la película sigue siendo amable en términos generales, pero no evita a veces una innecesaria grosería, formal y verbal, que estropea un poco su honesta radiografía del desconcierto moral de tanta gente en el mundo actual.
Jerónimo José Martín