La película comienza en Nazaret, donde Joaquín dice a su hija María que le ha elegido marido, un carpintero, muy buena persona. María soñaba con ser maestra y no está contenta con su condición de casada por cumplir con la tradición. Luego resulta que José, su prometido, es un joven apuesto y agradable. Muy lejos de allí unos astrónomos ven una estrella, comprenden que el Hijo de Dios está a punto de nacer y se ponen en camino hacia el reino de Herodes. Vemos a Herodes, rey feroz que disfruta de poder sembrando el terror. Entonces Dios envía al arcángel Gabriel a visitar a María, quien comprende que la historia y los planes de Dios son increíbles.
Los productores indican, al inicio y al final, que esta película está basada en hechos reales, y que los autores se toman una serie de licencias creativas, pero respetan la historia que narran los evangelios. No cabe duda de que Camino a Belén no ha sido hecha por el equipo que realiza The Chosen. Muchos espectadores discreparán sobre las elecciones del guionista. Para empezar, esta sagrada familia no es muy rezadora… pero se trata de una película respetuosa, amable y bien intencionada. El director y coguionista es Adam Anders, que se ocupó de la música de Glee y de Rock of Ages. La música y las coreografías, que mezclan temas de villancicos clásicos y danza moderna, son aceptables. Fiona Palomo y Milo Manheim, jóvenes desconocidos, resultan unos jovencitos María y José apañados. Lo mejor de la película, también en la parte musical, es Antonio Banderas en el papel de Herodes.
