Dos días en la vida de Winston Churchill: los que precedieron al desembarco de Normandía. El film, sin negar su papel en las horas oscuras en que parecía que las hordas nazis de Hitler estaban destinadas a conquistar la Tierra, osa componer un retrato donde prima el lado más humano. Se trata de mostrarle envejecido, y contrario a las ideas de los aliados americanos –con Dwight Eisenhower a la cabeza– de pasar al continente por la llamada playa Omaha, en una acción que tendrá un enorme coste en vidas humanas, y donde es crucial la discreción y que el tiempo no juegue una mala pasada.
El australiano Jonathan Teplitzky ya abordó la Segunda Guerra Mundial en Un largo viaje, que jugaba en dos tiempos con los traumas bélicos de los personajes de …
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