El director chino Lu Chuan arroja luz a una página de la historia de su país, las tribulaciones de la ciudad de Nankín, ocupada por Japón en diciembre de 1937. El amplio lienzo en que consiste este film, integrado por imágenes en blanco y negro con empleo profuso del gran angular, recuerda a La lista de Schindler. Como en el film de Steven Spielberg, presenciamos los padecimientos de las víctimas -los chinos-, la brutalidad de los ocupantes -los japoneses- y la humanidad progresivamente minada de un soldado nipón y un diplomático de la Alemania nazi. Y seguimos a múltiples personajes, ninguno protagonista absoluto: la meta es entregar un cuadro que permita hacerse idea del conjunto de los horrores de Nankín.
Lu Chuan pinta con realismo el d…
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