La pandemia obliga a convivir a Paxton y Linda (Chiwetel Ejiofor y Anne Hathaway), que reconocen que lo suyo terminó hace tiempo. Él es repartidor de una mensajería, ella es CEO de una multinacional norteamericana que ahora se dedica a hacer el trabajo sucio: despidos masivos.
Discusiones y silencios entre ellos, conversaciones vía Zoom con familiares y amigos, con sus jefes y compañeros de trabajo, recuerdan su historia y muestran la condición a la que el confinamiento les ha conducido. Un día, Paxton recibe el encargo de transportar un diamante que pertenece a la empresa de Linda. La idea de robarlo les acerca.
El retrato de una pareja confinada y mal avenida en una calle confinada, en un mundo confinado, es interesante y llega en buen momento. Muchos verán con asombro que su situación es compartida por gran parte del planeta. Hay buenos diálogos interpretados por dos grandes actores, aunque les falta un pelín de química. A Ben Kingsley y Ben Stiller solo los vemos vía Zoom en simples cameos. El robo del diamante es una aventura poco seria, que no acaba de encajar; desluce el resultado final, pero no arruina una amable comedia.