Una psicóloga criminalista de San Francisco es acosada por un psicópata que imita a los asesinos más famosos de la historia de Estados Unidos.
La intensa realización de John Amiel (Reina de corazones, Sommersby) y unas interpretaciones bastante buenas logran mantener la intriga; pero la historia suena a ya vista y, además, padece debilidades narrativas. Por otro lado, la recreación de la violencia es un tanto morbosa.
Jerónimo José Martín