Manolo Bonilla es presentador y reportero estrella de un sensacionalista programa informativo, que desde Miami se emite en español para Sudamérica. Bonilla y dos de sus colaboradores se encuentran en Ecuador para cubrir la historia de un asesino en serie llamado el Monstruo de Babahoyo, al que se atribuyen ciento cincuenta asesinatos de niños.
Durante el funeral de la última víctima, un hombre atropella a un chico. El cortejo enloquece y está a punto de linchar al conductor del vehículo, un vendedor ambulante. La intervención de Bonilla salva la vida del hombre, que es encarcelado por homicidio involuntario. En la cárcel su vida peligra y pide ayuda a Bonilla a cambio de información privilegiada que dice tener sobre el Monstruo. Bonilla, tentado por el que puede ser el reportaje de su vida, intentará llevarlo a buen puerto sin perjudicar la investigación policial.
Crónicas confirma el talento interpretativo de Leguizamo (Romeo + Julieta , Moulin Rouge , Land of the Dead), en este caso en la piel de un periodista que duda entre los requerimientos de la vanidad, su profesionalidad y su conciencia. Bonilla empieza a sospechar quién podría ser el Monstruo y se verá expuesto a la tentación de ocultar información a la policía. Sus compañeros de equipo sirven para equilibrar la balanza de actitudes.
Para ser un thriller, Crónicas pone demasiado pronto las cartas sobre la mesa; pero si de lo que se trata es de narrar un drama ético, la cinta funciona, con una pareja Leguizamo-Watling que da hondura a sus personajes. Por otra parte, la película dirigida por Cordero (un ecuatoriano de 35 años que ha dado el salto y está rodando una película sobre el asesino de Lincoln protagonizada por Harrison Ford) y coproducida por los directores mexicanos Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, tiene una clara intención testimonial, en línea con el cine denuncia que quiere mostrar el lado oscuro de las sociedades hispanoamericanas. Rodada en 2003, se estrenó en Estados Unidos en julio de 2005, por lo que llega con un retraso notable.
Fernando Gil-Delgado
ACEPRENSA