Nueva película de acción de Stallone. Esta vez da vida a un ex enfermero de elite que intenta rescatar a un grupo de personas atrapadas en un viejo túnel subacuático de Nueva York, obstruido y en llamas. Está bien rodada, ofrece unos apabullantes efectos especiales y tiene buen ritmo. Rob Cohen (Dragonheart) acierta al recuperar el estilo de los films catastrofistas de los 70, sobre todo de La aventura del Poseidón. Ciertos matices dramáticos enriquecen también un argumento más o menos convencional.
Jerónimo José Martín