El director de Monstruoso ha sido el elegido por la Hammer, célebre productora británica de películas de terror, para retomar un género que les dio dinero y prestigio. Pocas diferencias hay con el original sueco, al que sigue esta versión no solo en el texto sino también en la planificación y la puesta en escena. Si buenos eran los pequeños actores suecos, también lo son los norteamericanos. El niño maltratado y solitario es el coprotagonista de La carretera, la notable película de Hillcoat.
Lo que comentó Fernando Gil-Delgado del original se puede predicar del remake: aborda una historia de terror adulto con una coherencia notable: porque un vampiro es un vampiro, que diría Mecano. La música de Giacchino, por cierto, es estupenda, tierna y gélida y siniestra. Como la película.