El que fuera aclamado por la dura y radical Monster’s Ball, el cineasta germano-suizo Marc Foster, cambia de registro para contarnos una historia sensible y lacrimógena. «Descubriendo Nunca Jamás» es una aproximación emotiva e intimista a la figura de James M. Barrie, el escritor escocés que creó el personaje de Peter Pan. Johnny Depp, Kate Winslet, Dustin Hoffman y Julie Christie son los responsables de poner rostros con gran solvencia a esta historia dulce y sentimental. El argumento se centra en la relación que Barrie mantuvo con la familia Llewelyn Davies: cuatro niños y una hermosa madre viuda. Uno de estos hijos, Peter, estará en el origen de la famosa historia del niño que nunca quiso crecer.
La película tiene un diseño esmerado y un tratamiento muy académico, con una estudiada dosificación de los sentimientos, subrayada por una buena partitura musical que ha merecido el Oscar. La fantasía es una de las claves de la puesta en escena, que integra imaginación y realidad como si una fuera la prolongación de la otra. Quizá lo más interesante es comprobar cómo el espectador, viendo una película biográfica, tiene la sensación de que la historia se parece bastante a la de Peter Pan. El carácter británico y victoriano está muy logrado, con acertado sentido irónico y sin cargar las tintas en nada, ni siquiera en la ruptura matrimonial.
El punto frágil está en la propia propuesta de Barrie, que el film hace suya, y que consiste en huir del dolor de la vida con sobredosis de imaginación y fantasía. Se trata de una propuesta escapista que rehúsa mirar de frente la realidad y que interpreta erróneamente la máxima de «Si no os hacéis como niños…». En cualquier caso, es una película rica e interesante.