El taiwanés de 53 años Ang Lee adapta una novela de Eileen Chang, escritora y guionista china muerta en California en 1995. La historia se desarrolla en el Shanghai ocupado por los japoneses, entre los años 1938 y 1942. Una inocente y hermosa universitaria, cuyos padres se han marchado a Inglaterra prometiendo llevarla con ellos más adelante, entra en un grupo de teatro amateur que intenta animar la oposición a la ocupación japonesa. El director del grupo propone a la joven que seduzca a un temido colaboracionista, hombre misterioso y de muy buena posición y con fama de ser muy influyente.
Lee dilapida una buena historia y un esmerado diseño de producción por el esquematismo de un drama inverosímil y sensiblero que juega con el espectador con una insistente morbosidad. Lo que Lee ha denominado un thriller erótico, claramente inspirado en los grandes melodramas pasionales norteamericanos y chinos como Casablanca, In the Mood for Love y La joya de Shanghai, termina por convertirse en un larguísimo, indigesto y premioso ejercicio manierista, que no duda en el insistente recurso a la pornografía, lo que ha provocado la calificación NC-17 (prohibida para menores de 17 años) en EE.UU.
La película ganó el León de Oro en Venecia.