Hace 15 años, la danesa Susanne Bier rodó un melodrama protagonizado por Mads Mikkelsen en el papel de un hombre volcado en el trabajo humanitario en India, que viajaba a Dinamarca para conseguir una cuantiosa donación y se veía obligado a asistir a una boda que sacaría a la luz todo tipo de secretos familiares. Rodado en modo cine dogma, este culebrón se libraba con creces de la quema gracias precisamente a su sobriedad y a la circunspecta e intensa interpretación de Mikkelsen.
El remake americano cuenta exactamente el mismo argumento –idéntico culebrón–, cambiando solo el sexo de la protagonista, que ahora es Michelle Williams. Y cambia también el tono y el modo de rodar. El resultado es una tv movie notable, gracias a la calidad de los intérpretes (a Williams le acompañan Julianne Moore y Billy Cudrup), pero un remake decepcionante que solo aporta al original varias cucharadas soperas de sentimentalismo.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta