Un grupo de vecinos de un pueblo andaluz se reúnen para grabar una versión televisiva de la famosa obra de Pedro Muñoz Seca. La profunda crisis económica les lleva a pedir ayuda para la grabación a “las fuerzas vivas” del pueblo.
José Luis García Sánchez dirige esta sucesión de chistes verdes y escatológicos que conecta directamente con la peor tradición del cine español: la españolada de toda la vida.