Dos amigas lesbianas emprenden un viaje para que una de ellas olvide a su exnovia. El coche alquilado esconde una sorpresa y el trayecto se convertirá en una huida hacia adelante.
Uno de los hermanos Coen (Ethan) rueda con su mujer, Tricia Cooke –que se define como queer–, el que pretende ser primer episodio de una road movie lésbica de serie B. En la coctelera mental podría haber muchos referentes, desde la magistral O Brother a la icónica Thelma y Louise, pero son referencias engañosas. Hay muy poco de cine de calidad en Dos chicas a la fuga y mucho afán de transgredir –con mecanismos de un infantilismo sonrojante–, mucha pretensión –mira cómo releo la serie B– y, lo más lamentable, un recurso al subrayado y a la repetición que más que un…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.