El año del despertar

TÍTULO ORIGINAL L’année de l’éveil

DIRECCIÓN

GÉNEROS

Director: Gerard Corbiau. Intérpretes: Gregoire Colin, Laurent Grevill, Chiara Caselli.

El belga Gerard Corbiau vuelve a dirigir tras el éxito conseguido con El profesor de música. Y de nuevo la música tiene gran importancia en la historia, aunque en este caso sea como acompañante de las imágenes.

La historia se basa en las memorias del francés Charles Juliet, cuyo nombre se ha cambiado en el film por el de François, en homenaje a Truffaut. Relata su segundo año en una escuela militar. En 1948, François (Gregoire Colin) es un adolescente que está despertando a la vida. Huérfano, se crió entre vacas con unos padres analfabetos. En la escuela no tiene muchos amigos. Gracias a la amistad con su sargento, comienza a practicar una de sus mayores ilusiones: el boxeo. E irá penetrando en el entorno familiar del sargento.

Quizá el mayor mérito de Corbiau sea el haber sabido dar a unas memorias un tratamiento cinematográfico, con un uso medido de la voz en off de François. La ambientación y la fotografía, muy cuidadas, remiten al uso que de ellas hizo Louis Malle en Adiós, muchachos. En el capítulo interpretativo merece especial mención el joven Gregoire Colin: alrededor de él gira la película, y ha sabido expresar muy bien los sentimientos de su personaje.

El año del despertar es una película desgarradora. François es consciente de su cobardía cuando es incapaz de ayudar a su amigo Hoja Muerta ante la violencia de los veteranos, o al pensar en la posibilidad de tener que luchar en Indochina. Sus ideas acerca de Dios sufrirán una importante crisis. Él es monaguillo y tiene una tierna devoción a la Virgen. Pero tras escuchar los horrores de un campo de concentración nazi sufridos por un profesor, que le confiesa no creer en Dios, las cosas ya no serán como antes.

Pero quizá lo que más marca a François es la traición a su sargento, que se ha convertido en una especie de padre para él. Pues el chico, en plena pubertad, se ve atraído por su sensual mujer. Ésta es extranjera, se encuentra sola, y es maltratada por su marido. De modo que se desata una relación entre ellos -mostrada en varias secuencias eróticas-, que provoca en François una confusa mezcla de sentimientos. A la vez, encuentra su habilidad en la escritura, su rechazo de la disciplina militar. Ante un despertar a la vida tan brusco, sólo hay una cosa en su cabeza: confusión, y un tremendo sentimiento de soledad.

José María Aresté

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