Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 24/15
Norteamericano de segunda generación, hijo de inmigrantes, Abel Morales comenzó conduciendo camiones y ahora dirige su propia empresa de transporte de petróleo; la competencia es feroz. Cuando la película comienza, Morales se dispone a adquirir unos almacenes en la zona del puerto que supondrán un gran avance en su ascenso económico y social, pero necesita liquidez y dispone de poco tiempo para conseguir el dinero. Él está decidido a que todas sus operaciones sean legales, pero tiene muchos enemigos, y la tentación de recurrir a “soluciones fáciles” es constante.
La tercera película de Chandor debe mucho a Sidney Lumet y es al mismo tiempo una obra personal del director y g…
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