Esta versión de la epopeya sobre el héroe castellano del siglo XI es una producción ambiciosa, vistosa pero no redonda. Padece un guión narrativamente arrítmico, dramáticamente poco sustancial -abundan los arquetipos- y libérrimo en su recreación histórica. Además, la excesiva similitud de varios personajes entre sí, la discreta integración de diseños realistas y cómicos, el abstracto esteticismo de muchos fondos y una gama cromática poco vistosa limitan su atractivo para el público infantil. José Pozo descuida las reglas del cine de animación en su afán de ser original y diferenciarse del estilo Disney. Sin embargo, el resultado es notable, sobre todo como película de aventuras para un público adolescente. En este sentido, ofrece una animación original y varias secuencias de batallas suficientemente espectaculares.
Jerónimo José Martín