El contador de cartas

El contador de cartas

TÍTULO ORIGINAL The Card Counter

PRODUCCIÓN EE.UU. - 2021

DURACIÓN 112 min.

DIRECCIÓN

GÉNEROS

PÚBLICOAdultos

CLASIFICACIÓNViolencia, Sexo

ESTRENO29/12/2021

William Tell (Oscar Isaac) tiene un pasado traumático que le ha transformado en un hombre enfermizamente metódico. Su especialidad es ganar dinero en casinos calculando probabilidades en la numeración de las cartas. La aparición del joven Cirk en su vida hará que los fantasmas del pasado vuelvan a reclamar su atención.

A sus 75 años, Paul Schrader parece empeñado en reconstruir una trayectoria que parecía herida de muerte. El que fuese uno de los guionistas talismán de Martin Scorsese (Taxi Driver, Toro salvaje) llevaba demasiados años dirigiendo y escribiendo películas indefendibles. En 2017 presentó la peculiar El reverendo, por la que obtuvo una nominación al Oscar al mejor guion. El contador de cartas incide en esa misma línea de un cine más maduro y sereno, menos vitriólico, aunque siempre marcado por la condición traumática del protagonista. Oscar Isaac sabe perfectamente desenvolverse en ese registro, dejando mucho espacio libre para que el espectador se mueva dentro de esa psicología perturbada.

En esta ocasión, Paul Schrader planifica con especial talento utilizando los colores intensos de cuidadísimos interiores de hoteles y casinos en los que el protagonista pasea su amarga existencia. La voz en off constante de este terminal personaje recuerda mucho a la utilizada en Taxi Driver, aunque sin lograr ese grado de elipsis y sugerencia. Ese deambular del protagonista se transmite con facilidad, pero acaba por ser demasiado recurrente en el lamento de sus heridas del pasado y la mediocridad que observa en el presente.

Las tres principales tramas secundarias acompañan al personaje, pero no llegan a conectar con un mundo herméticamente cerrado y solitario. Esta falta de empatía acaba dañando a una historia en la que hay una cierta parálisis dramática, bastante habitual en un cineasta fascinado por el cine de Bergman, Dreyer o Rossen, pero que apenas ha llegado a rozar ese nivel de lírica y abstracción en contadas ocasiones.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.