El documental, ave fénix

Entre los estrenos semanales en las salas de cine es habitual desde hace unos años la presencia de documentales. Películas de no ficción como Citizenfour, de Laura Poitras, o La sal de la tierra, de Win Wenders, tienen un público cada vez más amplio y cosechan premios en los festivales internacionales, y por supuesto los Oscar. El género no es un recién llegado, el cine nació siendo documental. Sin embargo, su papel pionero fue relegado a un segundo plano a lo largo de su historia y ahora comienza a recuperar su lugar.

GÉNEROS

A las distribuidoras les interesa sacar diez copias de un documental para que la prensa se haga eco y acabe en canales televisivos temáticos rentables Un repaso a las hemerotecas. Hasta hace una década la presencia del cine documental era escasa  y marginal. Unas cuantas grandes productoras hacían películas de fauna, flora y etnografía cuyo destino era fundamentalmente televisivo. En España casi se reducían a “los documentales de la 2”, toda una sinécdoque. La distribución era minoritaria, por falta de costumbre a la no ficción y porque el coste de los doblajes y el recurso a la subtitulación le conferían al género un aire erudito y cinéfilo, no apto para grandes masas. Para muestra un botón: la primera vez que el Festival de San Sebastián …

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