A las distribuidoras les interesa sacar diez copias de un documental para que la prensa se haga eco y acabe en canales televisivos temáticos rentables
Un repaso a las hemerotecas. Hasta hace una década la presencia del cine documental era escasa y marginal. Unas cuantas grandes productoras hacían películas de fauna, flora y etnografía cuyo destino era fundamentalmente televisivo. En España casi se reducían a “los documentales de la 2”, toda una sinécdoque.
La distribución era minoritaria, por falta de costumbre a la no ficción y porque el coste de los doblajes y el recurso a la subtitulación le conferían al género un aire erudito y cinéfilo, no apto para grandes masas. Para muestra un botón: la primera vez que el Festival de San Sebastián …
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