Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 32/15
El neozelandés Russell Crowe debuta en solitario como director de largometrajes en esta ambiciosa coproducción internacional donde recrea con vigor dramáticos hechos reales acaecidos hace un siglo.
Australia, 1919, cuatro años después de la devastadora batalla de Gallipoli, en Turquía, durante la Primera Guerra Mundial. El granjero Connor viaja a Estambul para descubrir qué ha pasado con sus hijos, declarados desaparecidos en combate, al tiempo que forja una relación con una hermosa mujer turca propietaria del hotel en el que se hospeda.
En su faceta como director, Crowe cae en algunas de las arritmias, dudas, reiteraciones y chapuzas habituales en los cineastas noveles. Y,…
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