Santa Claus, el Conejo de Pascua, el Hada de los Dientes y el Creador de Sueños hacen felices a los niños con sus extraordinarias habilidades. Pero un día detectan la presencia de Sombra, el espíritu maligno de las pesadillas, que inunda de miedo los corazones de los chavales y debilita su fe en esos Guardianes inmortales de la inocencia infantil. Así que estos piden consejo a la Luna, que nombra a un nuevo Guardián, Jack Escarcha, el simpático y audaz espíritu del invierno.
Este nuevo largometraje de DreamWorks Animation se inspira en la saga de libros juveniles Los guardianes de la infancia, escritos e ilustrados por William Joyce, en cuya novela Un día con Wilbur Robinson ya se basó la película de Disney Descubriendo a los Robinsons. Supervisada por el mexicano Guillermo del Toro, El origen de los Guardianes propone una adecuación al ámbito infantil de la fórmula del cine de superhéroes, envuelta en un agradable tono navideño, similar al de la estupenda Arthur Christmas: Operación Regalo. Sin llegar a los altos niveles narrativos y técnicos de esa película, El origen de los Guardianes ofrece una historia ágil y entretenida, positiva en su defensa de la fe y la inocencia infantiles, y muy bien animada y planificada por el debutante Peter Ramsey.
Queda así una buena película para toda la familia, a la que solo cabe reprochar su desacralización de la Navidad y el cierto carácter anglosajón de sus superhéroes infantiles, lo que puede limitar su éxito en otros ámbitos.