Director: Jerry Zucker.Intérpretes: Sean Connery, Julia Ormond, Richard Gere, Ben Cross, John Gielgud, Liam Cunningham.
El escritor y guionista inglés William Nicholson -que ya demostró su calidad en Tierras de penumbra y Nell- realiza en El Primer Caballero una modélica adaptación libre de las leyendas artúricas, profundizando en las cuestiones morales que dan entidad universal al ropaje épico y mágico de esta saga medieval. Sobre todo reflexiona sobre la eterna lucha entre los sentimientos y la voluntad -entre la pasión y el deber-, así como sobre el ideal caballeresco de considerar el gobierno como un acto de servicio a los demás. Son temas de gran calado, que afronta desde una antropología nítidamente cristiana, en la que se adivina la influencia del apologista inglés C.S. Lewis.
Este sugestivo enfoque se articula en una trama realista, que prescinde del componente mágico del ciclo. Se centra en las dramáticas relaciones entre el Rey Arturo (Sean Connery) -heroico defensor de una sociedad justa-, la bella Reina Ginebra (Julia Ormond) y Sir Lanzarote (Richard Gere), el mejor caballero, dividido entre su lealtad al rey y su apasionado amor hacia Ginebra. La traición de Sir Malagant (Ben Cross) y las crueles guerras que desencadena llevarán el conflicto amoroso a un punto sin retorno.
Jerry Zucker (Ghost) consigue una puesta en escena ágil y vigorosa. Si no fuera por ciertas debilidades en algunos pasajes -sobre todo en la resolución- hubiera conseguido todo un clásico del género de aventuras. En cualquier caso, aprovecha muy bien una producción sobresaliente, así como la bellísima fotografía de Adam Greenberg y la cautivadora partitura del veterano Jerry Goldsmith. De este modo, los numerosos duelos de espada y otros pasajes bélicos mantienen el aliento épico en medio de la trama romántica, hasta alcanzar el culmen en la magistral batalla nocturna, cuya sobria espectacularidad recuerda a Campanadas a medianoche, de Orson Welles.
Da vida a todo esto un reparto de lujo, encabezado por Sean Connery, que vuelve a demostrar su amplitud de recursos. Más limitado se muestra Richard Gere, a veces demasiado sofisticado. La sorpresa es Julia Ormond, cuya matizada interpretación confirma, tras su éxito en Leyendas de pasión, que es una gran actriz.
Jerónimo José Martín