En una aldea perdida de China, dos familias conciertan el matrimonio de un hombre y una mujer maduros y un tanto marginados socialmente. Son dos personas desconocidas, silenciosas, con limitaciones físicas, poco atractivas y aparentemente sin mucho que ofrecer el uno al otro. Sin embargo, el matrimonio los acerca, se descubren, se acompañan, se ayudan y poco a poco afloran otros sentimientos.
Bellísima y delicada película china que, en su minimalismo, es un prodigio narrativo. Porque, aunque es cierto que la acción es mínima y que apenas hay diálogos, es tan potente la historia interior que se nos está contando –o mejor dicho, las historias interiores, porque son varias–, que ese tiempo suspendido es absolutamente fructífero. Porque, si uno…
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