Director y guionista: Radu Mihaileanu. Intérpretes: Lionel Abelanski, Rufus, Clément Harari, Michel Muller. 103 min. Adultos.
Segunda Guerra Mundial. Un pueblecito de la Europa central, compuesto exclusivamente por judíos, escapa al holocausto. Cruza las líneas alemanas en un tren, en el que unos hacen de deportados y los otros hacen de nazis. No es un hecho real sino una fábula y, como en las fábulas, todo se convierte en parábola y moraleja universal.
Una película festiva, llena de humor y ternura muy judíos. Hay unos cuantos personajes representativos, pero el que hace de hilo de la historia, el que, con sus comentarios y acciones, con su sabiduría, da vuelo y hondura a la fábula, es el loco, que recuerda la trágica historia real. Aquí se completa con otra verdad histórica menos conocida; el holocausto de los gitanos. Siempre con humor, siempre con ternura y visión poética y, a veces, con interrupciones de fervor sexual… quizá muy judío, o tal vez muy gitano, pero sin duda muy pegote o muy parche.
Aunque la película, entrañablemente humana, sea una obra notable, el gran número de premios que ha obtenido parece excesivo, parece una conquista propagandística. Parece.
Pedro Antonio Urbina