Amadeo se jubila. Es verdugo y quiere que su yerno le tome el relevo para poder conservar un piso. Diez años después de Bienvenido Mr. Marshall, Berlanga (Valencia, 1921), dirigió y coescribió esta comedia negra excelentemente interpretada por Isbert, Manfredi y Penella.
La peripecia del joven matrimonio que aprovecha el último trabajito del abuelo para darse un paseo por Mallorca es un hallazgo cómico de primer orden, que propicia secuencias inolvidables: los guardias civiles en barca por las cuevas pronunciando en voz queda el nombre del nuevo verdugo, José Luis Rodríguez, para llevarlo a su centro de trabajo; Amadeo averiguando el número de camisa a ojímetro por aquello de que el garrote vil le ha desarrollado esa habilidad; la delirante visita a los apartamentos en construcción.
La fotografía en blanco y negro es del italiano Tonino Delli Colli, que 30 años más tarde firmaba su última película, La vida es bella, de Roberto Benigni. En el guión, además del inevitable Azcona, se encuentra al libretista italiano Ennio Flaiano, autor del guión de Calabuch y de muchas obras mayores de Fellini como La Strada y Las noches de Cabiria.