Hace unos años la adaptación de una novela de Rebecca Wells conseguía reunir a un buen elenco de actrices para interpretar una divertida y emotiva road movie. Clan Ya-Ya se llamaba la película que protagonizaban Sandra Bullock, Ellen Burstyn, Fionnula Flanagan, Ashley Judd y Maggie Smith. Quizás esta era la película que tenían en la cabeza tres magníficas actrices como Jessica Lange, Kathy Bates y Joan Allen cuando accedieron a ponerse en las manos de Rowley, un realizador novel que cuenta el disparatado viaje de tres amigas que viajan para enterrar las cenizas del marido de una de ellas.
El viaje de nuestra vida pretende ser un canto a la amistad femenina y una defensa a la tercera edad y sus posibilidades. Como melodía de fondo no está mal, pero fallan la letra y el ritmo (una melé cómico-melodramática que se indigesta un poco), así como el retrato de las tres protagonistas -como mujeres y como ancianas-, que no deja de ser tópico. Como no podía ser de otra forma, salva los muebles el reparto estelar: tres señoras actrices que se meriendan lo que haga falta. Una pequeña historia, carne de DVD (ha tardado más de dos años en estrenarse).