Un joven rastrea en Estrasburgo diversos recuerdos de una mujer que conoció allí hace años. Aunque es arduo y flaquea en su recta final, este poema visual de José Luis Guerin (Barcelona, 1960) resulta a menudo hipnótico y fascinante, especialmente en su hermosa apertura, magníficamente planificada y rodada. El director de Innisfree y En construcción confirma su sensibilidad e inteligencia, que se pone de manifiesto en su ya conocida maestría para arrancar dramatismo a la imagen sin palabras, los ruidos callejeros y la música ambiente.
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