El realizador inglés de 72 años Ken Loach es uno de los “niños mimados” de los festivales europeos: en 1990 ganó el premio del Jurado en el Festival de Cannes por Agenda oculta, en el 2005, consiguió la Palma de Oro de este festival por El viento que agita la cebada y hace unos meses, en el Festival de Venecia, su última película, En un mundo libre…, conseguía el premio al mejor guión (escrito por Paul Laverty, colaborador habitual de Loach).
Después del paréntesis pseudohistórico de El viento que agita la cebada, Ken Loach vuelve con esta película a su terreno de juego predilecto: la clase británica trabajadora y desfavorecida. El veterano realizador inglés sigue la trayectoria de Angie, una joven madre soltera que, después de quedarse en el paro, decide montar una agencia de trabajo temporal para inmigrantes
Como en el resto de su filmografía, Loach no se aparta del tono social y de denuncia, pero se agradece aquí un trabajo más depurado de guión (merecido, por tanto, el galardón de Venecia), una mayor profundidad en los conflictos y en los personajes -muy bien interpretados por actores noveles-. Loach se ha mostrado inteligente y ha conseguido que su denuncia sea más eficaz precisamente al alejarse de su habitual -y a menudo insufrible- maniqueísmo didáctico.
