Desde su canal de YouTube y un aspecto considerable de freak, Keith Gill consiguió convertir todos sus ahorros en una de las mayores riquezas de Wall Street. En enero de 2021 invirtió 53.000 dólares en acciones de la empresa de videojuegos GameStop y, en pocas semanas, llegó a convertir esta cantidad en una fortuna de casi 50 millones de dólares.
El australiano Craig Gallespie (Yo, Tonya, Cruella, Lars y una chica de verdad) parecía un director perfecto para dirigir esta comedia, basada en el libro de Ben Mezrich. Con un reparto excelente protagonizado por Paul Dano y Shailene Woodley, la película tiene algunos giros divertidos que muestran la locura y vacuidad del poder y el dinero. Sin embargo, pesan mucho las similitudes con el cine más ensimismado e hiperactivo de Adam McKay (No mires arriba, El vicio del poder), quedándose lejos del mejor título de este director, La gran apuesta. El tono soez y elemental de los diálogos es demasiado insistente, dejando muy poco margen al drama de los personajes.