Tragicómica película colectiva rumana con 6 segmentos dirigidos por 5 directores, con guiones de Christian Mungiu. El director de Cuatro meses, tres semanas, dos días rebaja la carga dramática de ese film para dirigir una mirada entre irónica y nostálgica a los últimos 15 años del régimen de Ceaușescu y su supuesta edad de oro. Y recoge “leyendas urbanas” en una cultura de apariencias, engaño, corrupción y privilegios.
“La leyenda de la inspección del activista” recuerda a Bienvenido Mr. Marshall: todo un pueblo anda revuelto por una inspección de miembros del partido. “La leyenda del fotógrafo oficial” es casi surrealista, en la manipulación de una foto de Ceausescu para adular al dictador. “La leyenda del instructor político entusiasta” muestra lo iluso que es un acérrimo miembro del partido que quiere acabar con el analfabetismo en una zona rural. Las dificultades para hacer trampa de un hombre corriente configuran “La leyenda del transportista de gallinas”. Literalmente explosiva es “La leyenda del policía avaricioso”, en la que éste acepta a escondidas el regalo de un cerdo. Homenajea a Bonnie and Clyde “La leyenda de los vendedores de aire”, en que las ridiculeces del sistema dan pie a que dos pícaros tomen muestras de agua y aire para hacer una pequeña fortuna.
A pesar del largo metraje de la cinta, se sigue sin cansancio, y con una leve sonrisa en los labios. Las historias están bien hiladas, y laten ideas comunes de fondo en todas ellas, con la crítica a un sistema injusto, que se puede mirar sin ira una vez recobrada la libertad.