In Good CompanyDirector: Paul Weitz. Intérpretes: Dennis Quaid, Scarlett Johansson, Topher Grace, Marg Helgenberger. 109 min. Jóvenes-adultos.
No era mucho lo que cabía esperar de esta película de Paul Weitz («Un niño grande», «American Pie»), que podría haber sido una más de esas comedias banales sin el menor trasfondo. Pero el mejor calificativo para esta definir esta película es sorprendente. Sorprendente porque el guión escrito por el propio Weitz nos cuenta una historia en la que casi todo es muy interesante. Dan Foreman (Dennis Quaid), 51 años, es desde hace muchos años jefe de publicidad del semanario «Sports America», y acaba de cerrar el mejor año de la revista, gracias en gran medida a la cálida, honesta y amistosa forma de negociar de Dan y al espíritu de equipo del departamento que él encabeza. Casado y con dos hijas, Dan recibe perplejo la noticia de que va a volver a ser padre mientras se sobrepone a la marcha de su hija y ojito derecho, Alex (Scarlett Johansson) a la prestigiosa -y cara- Universidad de Nueva York. Dan no se agobia, pero es consciente de que vuelve a tocar apretarse el cinturón para llegar a fin de mes.
Y en estas, entra en escena Carter Duryea (Topher Grace), 26 años, un ejecutivo agresivo de la compañía Globecom, nueva propietaria de la revista «Sports America». Carter, pletórico de autoestima, llega a la revista con una filosofía y unas maneras muy distintas a las de Dan, y no sólo en lo profesional.
El magnífico reparto da mucha soltura a esta entretenida historia sobre asuntos familiares, afectivos y laborales que resultan muy cercanos al espectador, tratados casi siempre con gracia, elegancia y sentido común. No todo lo que cuenta Weitz es ejemplar, pero el mensaje es bastante positivo y parece inspirarse en el tono humanista y alentador de las películas de Vicente Minelli o Leo MacCarey. Hay química entre el veterano Quaid, la emergente Johansson y el casi desconocido Topher Grace que termina cuajando una gran actuación.
Alberto Fijo