Un agente de la Interpol (Clive Owen, consolidado como uno de los actores más importantes) y una fiscal de Manhattan (la siempre eficaz Naomi Watts) buscan poner en claro los turbios manejos financieros de poderosas multinacionales. Una compleja trama de corrupción se irá desmadejando, pero sus autores no están dispuestos a perder sus negocios y no dudarán en recurrir a la violencia y el asesinato.
El alemán Tykwer obtuvo mucho crédito con Corre, Lola, corre, un original y vigoroso thriller protagonizado por Franka Potente. Esta vez, ha elegido un relato tradicional desde el punto de vista narrativo, rodado con esmero en lugares muy conocidos de cuatro ciudades: Nueva York, Berlín, Milán y Estambul.
La película se sigue con interés y el guión de Eric Singer tiene muchos aspectos interesantes, aunque en ciertos momentos se nota que su autor es novato en estas lides: hay un dibujo demasiado apresurado de los dos protagonistas, por otro lado cercanos y atractivos en su normalidad; está muy bien que se evite la tópica relación sentimental pero habría que haber rellenado ese hueco… Se agradece el empeño por abordar asuntos ya muy tratados en el cine desde una perspectiva que intenta ser novedosa, aunque las maneras sean muy clásicas. Con todo, un thriller solvente con un estupendo reparto.