El FBI se infiltra en el partido de los Panteras Negras para vigilar a su carismático líder, Fred Hampton. Con un argumento similar, Spike Lee realizó en 2018 la divertida y excesiva Infiltrado en el KKKlan. El productor es Ryan Coogler, probablemente el cineasta afroamericano más poderoso de Hollywood (Fruitvale Station, Creed, Black Panther). Con este filme ha logrado todo tipo de nominaciones, incluida la del Oscar a la mejor película.
Destaca la personalidad en la dirección del casi debutante Shaka King, la excelente fotografía de Sean Bobbit y la interpretación de los dos protagonistas: Daniel Kaluuya (ganador del Globo de Oro por este personaje) y Lakeith Stanfield (Atlanta). La película debía emocionar e interpelar al espectador, pero el guion es maniqueo y reiterativo, con poca vida y personalidad en los diálogos. Las dos horas de metraje se hacen muy largas, y la sensación de que estamos ante una película que hemos visto muchas veces es constante.
