Esta comedia de situación parte de la premisa de hacer un documental sobre los jurados populares a través de la celebración de un juicio civil. Sin embargo, todo es falso, y los involucrados son actores, menos Ronald Gladden, uno de los miembros del jurado. Un joven agradable que, sin saber que él es el verdadero protagonista de la serie, se toma muy en serio su deber cívico.
Jury Duty llega de la mano de Amazon Prime, sin apenas publicidad en España, pero con muy buena acogida de público y crítica. En los últimos años, el género del falso documental ha ido ganando popularidad en comedias como The Office (2003), Modern Family (2009), Parks and Recreation (2009) o Colegio Abbott (2021).
Precisamente, los responsables de la versión americana de The Office, Lee Eisenberg y Gene Stupnitsky, firman Jury Duty. Aquí el protagonista no sabe que todo es falso. Hay entrevistas, miradas a cámara y situaciones cómicas propias de este tipo de series, pero se añade ese toque de Gran Hermano o El show de Truman. El espectador se adentra de manera fácil en la trama y simpatiza rápido con el protagonista, al que rodea una galería impagable de personajes variopintos que generan situaciones hilarantes, interpretadas con mucha naturalidad y medida por todo el reparto. Es un acierto contar con James Marsden (nominado al Emmy y al Globo de Oro para el mejor actor secundario), interpretándose a sí mismo y riéndose del estereotipo de actor del cine más mediocre y comercial de Hollywood, o hacer que Ronald comparta habitación con el personaje más excéntrico y divertido de todos.
Los creadores de la serie caen en algunas ocasiones en el chiste fácil, pero suplen estos momentos con la bondad y el optimismo que desprende el personaje de Ronald. Su humanidad y sencillez hacen que la serie termine siendo más agradable y completa que muchas ficciones cómicas norteamericanas.