En el inicio de la madurez, Paolo sufre un inesperado accidente mortal en moto. Por un error de cálculo, en “el otro lado” recibe como regalo 90 minutos más de vida para aprovecharlos al máximo.
Basada en la novela Momentos de inadvertida felicidad, de Francesco Piccolo, este amable pero insípido paseo final por la vida no está a la altura de las expectativas que genera su ingenioso punto de partida. El guion lo firma el mismo Piccolo y en ningún momento hay destellos de grandeza literaria e ingenio. La dirección de Danielle Luchetti (Llámame Francisco, La voz de su amo) y la interpretación de Pierfrancesco Diliberto, alias Pif (Amor a la siciliana, La mafia solo mata en verano) son demasiado grises. Se echa de menos el talento de Moretti en la voz en off, la nostalgia vital de Always (Steven Spielberg) o El cielo puede esperar (Warren Beatty) y la imaginación de la serie The Good Place.