Magnífica película sobre la educación, Palma de Oro de 2008 en Cannes. Laurent Cantet (Recursos humanos) se basa en Entre les murs, un libro donde el profesor François Bégaudeau contaba su experiencia profesional. El propio Bégaudeau es coguionista, además de interpretar al profesor.
El marco de la acción es un instituto conflictivo de París, en el que conviven chicas y chicos de procedencias étnicas muy diversas. François, profesor de lengua, no se limita a enseñar el uso correcto del francés, sino que conversa con los alumnos, les obliga a pensar, a razonar sus ideas. La relación no es perfecta: hay alumnos que responden mejor que otros. Pero ese es el reto para François: motivarles un día tras otro, tratarles con respeto.
El cine francés tiene tradición en abordar la educación de modo sugerente, piénsese en Hoy empieza todo o Ser y tener. Además, ya que en Francia se enseña cine en las aulas, tiene mucho sentido el viaje inverso, enseñar la educación en las pantallas. Cantet, Bégaudeau y Robin Campillo articulan una trama muy realista. El espectador tiene la sensación de ser una cámara oculta, testigo de lo que acontece en las clases, o en las reuniones de profesores. Cantet ha querido que lo mostrado transcurra en el instituto; nada veremos de lo que pasa fuera. Y esto, lejos de escamotear el resto de la vida de los personajes “extra muros”, sirve para pintar mejor lo que ocurre en las clases, y la recíproca influencia de lo que pasa dentro y fuera de ellas.
El film contiene unas interpretaciones muy naturales, aunque Cantet niega que los alumnos se interpreten a sí mismos. El director organizó un taller con alumnos de un instituto, y de los 50 asistentes iniciales 25 siguieron comprometidos cuando arrancó el rodaje. Y el desarrollo de cada clase es atractivo, los chicos resultan creíbles, se abandona cualquier estereotipo, tan difícil de evitar (piénsese en la esforzada Diarios de la calle).